Ahora se presenta en nuestro país por fin con formación completa (cuarteto), sin olvidarse de repasar canciones propias de todas las épocas.
Próximos conciertos de la gira de Darren Hayman & The Secondary Modern
30 de abril - VALENCIA - El Loco
1 de mayo - ZARAGOZA - La lata de bombillas
2 de mayo - BARCELONA - Apolo
3 de mayo - TARRAGONA - Zero
6 de mayo - VITORIA - Jimmy Jazz
7 de mayo - MADRID - Nasti (entradas ya a la venta aquí)
8 de mayo - SANTIAGO DE COMPOSTELA - Teatro Principal
9 de mayo - GIJÓN - Savoy
1 de mayo - ZARAGOZA - La lata de bombillas
2 de mayo - BARCELONA - Apolo
3 de mayo - TARRAGONA - Zero
6 de mayo - VITORIA - Jimmy Jazz
7 de mayo - MADRID - Nasti (entradas ya a la venta aquí)
8 de mayo - SANTIAGO DE COMPOSTELA - Teatro Principal
9 de mayo - GIJÓN - Savoy
Pram Town' era el mote cariñoso que se daba a Harlow, Essex a principios de los años cincuenta. Se acuñó para reflejar la súbita afluencia de jóvenes familias al 'New Town'. Los 'Nuevos Pueblos' se construyeron tras la Segunda Guerra Mundial, y se diseñaron para la vida contemporánea y del futuro como un antídoto contra las ciudades.
Yo no crecí en Harlow. Lo hice cerca, en Brentwood. Vivía en una casa de protección oficial de finales de los sesenta diseñada con la misma estética e ideales de Le Corbusier o Bauhaus. Amo y odio esos lugares. Sobre el papel son el epítome de la visión racionalizada del futuro que se tenía en el pasado. Cuando se construyeron, su simplicidad prístina henchía a sus dueños de orgullo.
Pero los pueblos no se diseñan: evolucionan. Ni el cemento desmoronado ni las grietas en el plástico ni todas las actividades municipales del mundo podrían darle un corazón a Harlow.
Cuando todo el mundo en mi calle puso falsas cubiertas Tudor en las ventanas y dejaron de soñar con la modernidad, yo escapé a Londres.
'Pram Town' es un conjunto de canciones sobre alguien que no escapa. Un gran pez en un pequeño estanque, al que se le echa un cable mientras se escaquea de pagar el billete en el vagón de preferente de un tren. Este es un disco sobre buenas ideas que salen mal. Es sobre cómo el orgullo puede hacerte perder el amor. Es sobre una ambición desmesurada que se queda en nada. Y sobre el vacío en medio.
Darren Hayman
Yo no crecí en Harlow. Lo hice cerca, en Brentwood. Vivía en una casa de protección oficial de finales de los sesenta diseñada con la misma estética e ideales de Le Corbusier o Bauhaus. Amo y odio esos lugares. Sobre el papel son el epítome de la visión racionalizada del futuro que se tenía en el pasado. Cuando se construyeron, su simplicidad prístina henchía a sus dueños de orgullo.
Pero los pueblos no se diseñan: evolucionan. Ni el cemento desmoronado ni las grietas en el plástico ni todas las actividades municipales del mundo podrían darle un corazón a Harlow.
Cuando todo el mundo en mi calle puso falsas cubiertas Tudor en las ventanas y dejaron de soñar con la modernidad, yo escapé a Londres.
'Pram Town' es un conjunto de canciones sobre alguien que no escapa. Un gran pez en un pequeño estanque, al que se le echa un cable mientras se escaquea de pagar el billete en el vagón de preferente de un tren. Este es un disco sobre buenas ideas que salen mal. Es sobre cómo el orgullo puede hacerte perder el amor. Es sobre una ambición desmesurada que se queda en nada. Y sobre el vacío en medio.
Darren Hayman
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