13 de enero de 2009

El Gran Stan. El Matón De La Prisión

Estreno: 23 de Enero de 2009
Titulo Original: Big Stan
Género: Comedia
Directo: ROB SCHNEIDER
Guión: JOSH LIEB

REPARTO

ROB SCHNEIDER (STAN MINTON)
DAVID CARRADINE (EL MAESTRO)
JENNIFER MORRISON (MINDY MINTON)
M. EMMET WALSH (LEW POPPER)
HENRY GIBSON (SHORTS)
SCOTT WILSON (ALCAIDE GASQUE)

SINOPSIS

Para hacerse una idea de cómo es EL GRAN STAN, habría que imaginar una comedia de Jackie Chan escrita y dirigida por los hermanos Coen. Hay humor grueso, sátira social, escenas de sexo, tratos sucios, disparatados combates de artes marciales y algún momento enternecedor que puede resultar sorprendente.

Al inicio de la historia, el acaudalado magnate inmobiliario Stan Minton es detenido por una serie de chanchullos de pisos. Las autoridades lo sacan de su lujosa oficina central justo cuando está intentando cerrar un trato que le permitiría desplumar a una confiada ancianita. Con Mindy, su esposa desconsolada y cabeza de chorlito, contemplándole desde una butaca de la sala del tribunal, Stan se presenta ante el juez, que lo declara culpable y lo condena a una pena de 3 a 5 años de prisión. Stan despide a su abogado antes de que se dicte sentencia y contrata a un abogado algo dudoso, Lew Popper, que logra retrasar seis meses la ejecución de la sentencia de Stan e inicia los preparativos para la apelación.

Stan teme acabar violado en prisión, así que se apunta a un dojo de artes marciales para aprender a defenderse. No muestra la más mínima aptitud y lo echan literalmente a patadas del dojo, por lo que decide contratar a un misterioso gurú conocido simplemente como el Maestro para que le ayude a convertirse en un experto en artes marciales. El curso del Maestro es completamente intensivo, 24 horas al día, los siete días de la semana, y exige que el peculiar sensei se mude a la lujosa mansión de Stan y Mindy. Mindy, por su parte, desea tener un hijo de Stan, aunque él vaya a pasar una temporada a la sombra y no le hace ninguna gracia tener al Maestro rondando por la casa todo el tiempo. Pero Stan está entregado a su entrenamiento, por brutal, humillante y aparentemente absurdo que se ponga. Aunque el Maestro parezca haberle echado el ojo a la deliciosa Mindy, Stan está centrado en su objetivo y, por muy preocupante que se vuelva la situación, debe poner su propia supervivencia por delante de todo lo demás.

Finalmente, llega el momento de que Stan ingrese en prisión, and es enviado a la penitenciaría más dura y violenta del sistema. Los intentos de su abogado de conseguir una apelación resultan infructuosos, a pesar de que el astuto abogado seduce y se acuesta con la presidenta del jurado que condenó a Stan. Entre rejas, Stan descubre que es el objetivo de todas las bandas de la prisión, tanto si sus miembros son blancos, negros o hispanos. Stan se niega a dejarse intimidar. Aunque su afable compañero de celda le aconseja no provocar a otros reclusos, Stan no se amilana. Valiéndose de sus habilidades recién adquiridas en las artes marciales, Stan machaca al preso más grande y bruto del lugar en el patio de la prisión y deja muy claras sus intenciones: aquí no se viola a nadie.

A pesar de sus exigencias de que lo dejen en paz, Stan atrae a una serie de presos machacados y oprimidos que andan en busca de protector. Shorts, un condenado a cadena perpetua sin nada que perder, anima a Stan a convertirse en su cabecilla, y Stan empieza de mala gana a hacer cumplir un código de conducta en toda la prisión. Los reclusos responden bien a la nueva situación y empiezan a resolver sus problemas de forma pacífica. Este extraño cambio de conducta llama la atención del alcaide Gasque que, ayudado por sus corruptos guardias, esperaba provocar un motín durante la inminente visita del consejo estatal de prisiones, que convirtiera el lugar en una zona de guerra. El alcaide, asociado con inversores sospechosos y mafiosos vietnamitas, había comprado barato los terrenos en torno a la prisión, con la intención de convencer a los funcionarios estatales de que la cerraran y poder así explotar de forma lucrativa la zona con desarrollos urbanísticos. Sin motín, no habría cierre. Así que el alcaide ofrece a Stan ponerlo en libertad condicional antes de tiempo a cambio de dejar que los presos se las apañen solos. Gasque piensa que las diferentes bandas volverán en poco tiempo a estar como el perro y el gato, con lo que su plan acabaría por tener éxito.

A Stan le preocupa que el Maestro esté tratando de conquistar a Mindy y su puesta en libertad le permitiría cortar de raíz cualquier intento por parte de su antiguo sensei. Así que la oferta del alcaide resulta tentadora. Cuando Stan deja de controlar al resto de los reclusos, vuelven a aflorar viejas rencillas, con violentos resultados. El alcaide dispone la vista de libertad condicional para el día de la inspección de la prisión. El motín es inminente. Pero Stan cambia de idea. Desbarata sus posibilidades de conseguir la libertad condicional, se enfrenta cara a cara al principal luchador de artes marciales de los mafiosos y logra triunfar justo a tiempo de evitar el motín.

El alcaide ve frustrados sus planes y acaba entre rejas en la misma prisión que solía supervisar. Aunque Stan tendrá que cumplir el resto de su pena, se da cuenta de que Mindy aún lo quiere y no lo ha engañado. Y gracias a las visitas conyugales, cuando un redimido Stan es por fin puesto en libertad, Mindy lo espera fuera con su hija. El Maestro las acompaña, convertido en niñera de la pequeña.

LAS FOTOS:






EL TRAILER DE LA PELÍCULA EL GRAN STAN, EL MATÓN DE LA PRISION


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